Ciencia (1914-1939)

Tras la Primera Guerra Mundial, la ciencia pasa por un periodo extraordinariamente fecundo, que supo aprovechar los numerosos contactos establecidos por los científicos españoles en el extranjero gracias a la política de pensiones de la JAE. Por ejemplo, la creación en 1915 del Laboratorio y Seminario Mate­mático por Julio Rey Pastor propicia que se traduzcan al español los textos de su maestro, el alemán Felix Klein; la visita en 1923 de Albert Einstein a España hace que la teoría de la relatividad se difunda a públicos amplios; la vinculación con el Laboratorio de Fisiología de la JAE de un joven Severo Ochoa lo sitúa en el lugar adecuado que le permitirá estudiar con el fisiólogo alemán Otto Meyerhof. Éstos son algunos de los logros del periodo de entreguerras, que tiene uno de sus momentos culminantes en la inauguración en 1932 del nuevo edificio del Instituto Nacional de Física y Química, financiado por la Fundación Rockefeller, en el que el físico Blas Cabrera, director del centro, aparece acompañado por los profesores Arnold Sommerfeld, Pierre Weiss y Paul Scherrer.

De izquierda a derecha, Niels Bohr, Albert Einstein, Théophile E. de Donder, Owen Williams Richardson, Paul Langevin, Peter Debye, Abram Joffe y Blas Cabrera durante una reunión para preparar el Congreso Solvay de 1933, Bruselas, julio de 1932. Del libro Albert Einstein Archives, The Jewish National & University Library, The Hebrew University of Jerusalem, Israel.