La muestra sobre la obra completa que vio la luz en 1928 Sobre los ángeles incluye el manuscrito del libro, poemas sueltos que aparecieron antes de su publicación en revistas literarias (Verso y Prosa y Revista de Occidente) , dos reseñas publicadas en ABC y la Gaceta literaria (una de ellas la crítica de Azorín, titulada «Los ángeles, poesía») y la conferencia pronunciada por Pedro Salinas el 20 de diciembre de 1928 en la Residencia de Estudiantes sobre el libro de Alberti, de la que se hace una reconstrucción visual a partir de fotografías de ambos. En aquella época, Salinas ya era catedrático y gozaba de gran prestigio, mientras que el poeta portuense era un joven de apenas 25 años.
En la primera sección de la exposición, que ayer inauguró el presidente de la Fundación El Monte, Ángel López, en presencia de María Asunción Mateo, José García-Velasco, director de la Residencia de Estudiantes, y Andrés Soria, comisario de la muestra`, se recrea el espectro iconográfico del que parte Alberti y proyecta finalmente en su libro. Alberti visitó con frecuencia el Museo del Prado y fue un gran conocedor de la tradición plástica de occidente, de lo que se hace eco la muestra, bajo el título «Ángeles buenos y malos», con piezas medievales, grabados del siglo XVII y tallas barrocas, terminando este primer apartado con los ángeles dibujados, por Lorca y Maruja Mallo.
Textos, dibujos y fotografías
Respecto a la escritura de la obra en sí, la muestra no sólo saca a la luz el manuscrito del libro, sino que incluye fotografías de la época, cartas a amigos, familiares y conocidos y textos procedentes de La arboleda perdida que recrean el momento de crisis personal que vivió Alberti en torno a 1927, cuando inicia la escritura de Sobre los ángeles. En este apartado se incluye la correspondencia entre Alberti y José María de Cossío, que se conserva en la casona de Tudanca, donde el poeta portuense escribió parte de los primeros poemas durante la primavera de 1928.
En la tercera parte de la exposición se muestran cuadros de Maruja Mallo, amiga personal del autor que contribuyó decisivamente, según Andrés Soria, comisario de la muestra, a su acercamiento al surrealismo. También se aportan testimonios gráficos y documentales sobre la relación del poeta con Lorca, Alberto Sánchez, Benjamín Palencia, José Bergamín (quien le da el título del libro), Larrea, Vicente Huidobro y Pablo Neruda, además de algunos surrealistas franceses. Los poemas son ilustrados a partir de las referencias que se dibujan a través de los mismos textos y que aluden de diferentes modos al mundo angélico: también a diversas fuentes fundamentales, entre Las que se citan e! Apocalipsis y obras de Swedenborg y William Blake, La Divina Comedia, o El paraíso perdido de Milton, entre otras. Así mismo, se exponen ediciones de la época de obras que Alberti pudo manejar (entre ellas, las Rimas de Bécquer y algunos de los grabados que los ilustraron como el que hizo Gustavo Doré para El paraíso perdido.
Epistolario
La última parte de la exposición refleja el eco que tuvo esta obra en la sociedad de su época. Además de las reseñas que le dedicaron Ernesto Giménez Caballero, Pedro Salinas o Azorín, se hace referencia a su prolongaciones en otras de sus obras. Destaca en este punto uno serie de grabados y dibujos del propio Alberti, además de lo que él llamó «liricografías» que incluían texto y dibujos.
La muestra más completa realizada nunca sobre esta obra de Alberti surgió de la colaboración entre la Fundación El Monte y la Residencia de Estudiantes. Su director, José García-Velasco, destacó que aunque no fue nunca alumno de la misma, Alberti tuvo una estrecha relación con esta centenaria institución, a cuyos actos acudía con frecuencia, varios de los cuales contaron con su intervención, como la lectura que ofreció precisamente de Sobre los ángeles,antes de ser publicado. Además, fue amigo de alumnos ilustres como José Bello, Federico García Lorca, Salvador Dalí o Luis Buñuel. También profesó gran admiración y mantuvo amistad con autores como Bergarmín, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre, quienes siguieron también algunas de las innovaciones de las vanguardias históricas.
Aportaciones
Entre las instituciones que han cedido sus fondos para esto muestra destaca el Centro Georges Pommpidou de París. El Centro de Arte Reina Sofía, el IVAM, la Biblioteca Nacional, el Museo-Fundación Gregorio Prieto y el Museo de Arte Contemporáneo Español-Patio Herreriano de Valladolid. También las fundaciones y casas-museo de Lorca, Guillén o Cossío, además, lógicamente de la propia Fundación Alberti. La presidenta de la misma, María Asunción Mateo, dijo ayer, durante la inauguración de la muestra: «Si de algo estoy segura, es que a Rafael le hubiera gustado que sus ángeles volaran a Sevilla».