En julio, la revista Verso y Prosa publica «Los ángeles albañiles», que Alberti incluyó en Cal y canto (1929), libro en el que resume su etapa de fervor gongorino. A finales de año, tras la agitación de las celebraciones del Centenario de Góngora, empieza a escribir los poemas de Sobre los ángeles
En marzo, en el número 3-4 de la revista Carmen, dirigida en Santander por Gerardo Diego, aparece por primera vez un poema del libro: «Los dos ángeles». En ese mismo mes está fechado el álbum, con poemas de distintos autores y collage, que Rafael Alberti regaló a Victoria Amado. En abril-mayo, huyendo de la crisis personal por la que atraviesa, acepta la invitación de José María de Cossío y viaja a Tudanca (Cantabria), donde escribe parte de los poemas del libro. Después de asistir con Cossío y otros amigos al partido de la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y la Real Sociedad, escribe el poema dedicado a Platko, portero húngaro del Fútbol Club Barcelona, después publicado (en julio) en el número 7 de la revista Papel de Aleluyas, que dirigían en Sevilla Adriano del Valle y Fernando Villalón. El poema fue incluido en Cal y canto (1929).
Tras leer en un periódico atrasado la noticia del accidente de coche de Maruja Mallo y Mauricio Roeset, a primeros de junio regresa precipitadamente a Madrid, donde continúa trabajando en los poemas de la parte final del libro. Aparecen poemas de Sobre los ángeles en el número 6-7 de Carmen: «El cuerpo deshabitado» y «El ángel de los números». En una de sus cartas a Cossío se queja de las reticencias de Fernando Vela para publicar poemas del libro en Revista de Occidente porque «no se parecen nada a mis cosas anteriores».
En septiembre, Revista de Occidente publica (número 63) «Paraíso perdido», «Los ángeles mudos», «Los ángeles de la prisa», «Ascensión» e «Invitación al aire». A finales de octubre presenta con gran éxito poemas de Sobre los ángeles en la exposición que Benjamín Palencia celebra en Madrid. Durante esta época Alberti mantiene estrecha relación con los pintores y escultores de la llamada Escuela de Vallecas: Maruja Mallo (que ese año pinta Kermesse ), Alberto Sánchez y Benjamín Palencia.
El 20 de diciembre Alberti ofrece una lectura del libro, precedida por una conferencia de Pedro Salinas, en la Residencia de Estudiantes. En una carta a Cossío le comenta: «La gente estaba sobrecogida, sumisa, recibiendo los ladrillazos y las bofetadas de mis ángeles y arcángeles rabiosos».
Benjamín Palencia pinta Figuras surrealistas. En enero Alberti publica en La Gaceta Literaria un texto autobiográfico que aparece junto a un fragmento de la conferencia de Salinas dedicada a Sobre los ángeles y al poema «Los ángeles de las ruinas». Ese mismo mes, Revista de Occidente (número 67) publica nuevos poemas del libro («Los ángeles muertos», «Castigos», y «El ángel falso»). Empieza a escribir los poemas dedicados a los cómicos del cine mudo.
En junio aparece la primera edición de Sobre los ángeles, publicada por la Compañía Ibero-Americana de Publicaciones (CIAP) y, en el número 59 de La Gaceta Literaria, «Tres recuerdos del cielo». El 6 de junio, Azorín le dedica en ABC una elogiosa reseña. Con la publicación de este libro, Alberti se coloca a la cabeza del cambio que se está operando en la estética de la poesía de su grupo.
Durante 1929 empieza a cartearse con Pablo Neruda y conoce en manuscrito su libro Residencia en la tierra. Interviene en las luchas estudiantiles contra la dictadura de Primo de Rivera. Escribe Sermones y moradas, estrechamente vinculado al mundo de Sobre los ángeles y, en un primer acercamiento a la poesía comprometida, su «Elegía cívica».
En febrero de 1931, con gran escándalo y éxito, estrena su primera obra teatral, El hombre deshabitado, que comparte con Sobre los ángeles una misma atmósfera poética. José Moreno Villa realiza Piedras ambulantes (1930) y, Maruja Mallo, Grajo y excrementos (1931).
