El 8 de septiembre de 1914, pocos meses después de que estallara la Primera Guerra Mundial, el que a la postre sería el Serpa Pinto II fue botado con el nombre Ebro. Construido para la Royal Mail Steam Packet Co., su primer viaje lo hizo hasta las Antillas en abril de 1915. En ese contexto de guerra, pronto fue requisado por la Royal Navy para formar parte de la escuadra de cruceros auxiliares destinados a patrullar en el Mar del Norte al servicio de la Marina británica. Finalizada la contienda, ya en octubre de 1919, fue devuelto a sus armadores reanudando, así, labores de transporte de pasajeros.
No sería hasta 1940, una vez que fue adquirido por la Companhia Colonial de Navegaçao, cuando adquirió el nombre de Serpa Pinto II. Tras ser sometido a una remodelación considerable, gracias a la cual, entre otras cosas, pudo ampliar significativamente la capacidad de pasaje, el 11 de mayo de ese mismo año emprendió su primer viaje oficial rumbo a las colonias portuguesas.
El Serpa Pinto II no sólo fue el barco de la esperanza para muchos refugiados españoles, también realizó varias expediciones evacuando a numerosos judíos que huían del peligro nazi, con destino México, Filadelfia o Baltimore. Dos fueron los viajes a México en los que llevaría pasaje con exiliados republicanos: el primero saldría de Lisboa en diciembre de 1941 con 36 españoles a bordo; el segundo, en septiembre de 1942, con 104 pasajeros exiliados políticos.
Acabada la guerra, al Serpa Pinto todavía le quedaba una larga trayectoria. Fue el barco que inauguró en 1953 la línea Lisboa-La Habana. Realizaría su último viaje, que tuvo como destino Angola, en julio de 1955, para luego ser subastado.