Nyassa


 

Construido en 1906 para una compañía naviera alemana ubicada en Bremen, desde sus inicios fue concebido para el traslado de pasajeros. Bajo bandera alemana, su nombre fue Bülow.

Sorprendido en alta mar por la Primera Guerra Mundial, solicitó refugio en el puerto de Lisboa, marcando así su destino. El Gobierno portugués lo requisó en 1916 y pasó a ser nombrado Trâs-Os-Montes. En 1925, la Companhia Nacional de Navegaçao, de capital privado, lo compró al gobierno portugués y fue rebautizado como Nyassa.

Bajo bandera lusa, empezó a cubrir las rutas transatlánticas que desde Lisboa partían hacia los puertos de Río de Janeiro y Buenos Aires, no sin verse en varias ocasiones sorprendido por el peligro que representaban los submarinos alemanes, ya en pleno contexto bélico de la Segunda Guerra Mundial.

El Nyassa, para algunos un barco maldito, para otros muchos una bendición, fue el último de estos barcos contratados por el Gobierno de la Segunda República que llegaría a costas veracruzanas con contingente de refugiados españoles. En total, realizó tres viajes entre enero y noviembre de 1942.

En julio de 1949 llevó a cabo su última travesía, pasaje ida-vuelta Lisboa-Macau. Una vez en puerto lisboeta sólo quedaba una cosa: esperar a ser desmontado; algo que no ocurrió hasta 1951.

«Todos subimos a cubierta porque íbamos a zarpar. Algunos refugiados, que no tenían pasaje, se tiraron al agua y se subieron al barco por la cadena del ancla. Aquello era angustioso. Entre varios los ayudaron a llegar arriba y quedaron camuflados entre aquella multitud.»
Testimonio de Blanca Bravo en Nuevas raíces, de Carmen Romero