Ruedo ibérico incorporó la crítica del mundo contemporáneo a su propuesta anticensora de revisión histórica y de contrainformación sobre la sociedad española. En una tribuna libre convergieron varias de las vías de interpretación intelectual y política extendidas por la izquierda de los años sesenta y setenta. En esta línea coincidieron la Biblioteca de Cultura Socialista impulsada por Jorge Semprún, la colección El viejo topo dirigida por Carlos Semprún Maura, así como textos ligados a la actualidad internacional, los diarios del Che Guevara y, por otro lado, el de Carlos Franqui. Los puntos de vista múltiples, a veces en abierto conflicto, ofrecían un contraste saludable con la rigidez de una ortodoxia oficial propia de un régimen dictatorial incapaz de convivir con un pensamiento político crítico.
© Residencia de Estudiantes, 2008 | nota legal | contacto | cerrar ventana