La visita de Le Corbusier a Madrid, invitado por la Sociedad de Cursos y Conferencias de la Residencia de Estudiantes, vino acompañada de una gran repercusión mediática, orquestada en gran medida por el joven arquitecto Fernando García Mercadal.
García Mercadal, que había conocido a Le Corbusier en París a través de Christian Zervos, el director de la revista Cahiers d’Art, se convirtió en su particular «escudero» durante los días que el arquitecto pasó en Madrid. Esos mismos días diversas revistas, no sólo de arquitectura sino también literarias y de pensamiento —entre ellas la Revista de Occidente—, dedicaron sus páginas a Le Corbusier, coincidiendo con su estancia en la capital.
Aunque el público de la Residencia de Estudiantes esperaba la llegada de la figura profética de Le Corbusier con una inusitada ansiedad por lo nuevo, el maestro suizo no encontró o no supo propiciar en Madrid la fluida relación que sí estableció con Barcelona. No obstante, en la capital disfrutó de una corrida de toros y de un tablao flamenco, recorrió el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, visitó el Museo del Prado, viajó a Segovia ―donde recibió una vez más la «lección de Roma» a través de su acueducto― y fue a conocer los Grecos deToledo, donde quedó fascinado por la arquitectura de las casas hispanoárabes. Nuestro país y su sobrio paisaje le impactaron, algo que quedó reflejado en las numerosas observaciones y dibujos sobre la geografía, la arquitectura y la gente que realizó en su carnet español de mayo de 1928.
© Residencia de Estudiantes, 2010 | nota legal | contacto | cerrar ventana