Sobre los ángeles funciona como una chispa que permite la concepción de obras tan poderosas y originales como Poeta en Nueva York de Federico García Lorca, Un río, un amor, de Cernuda, las prosas de Ernesto Giménez Caballero ( Yo, inspector de alcantarillas ) o incluso Altazor, del poeta chileno Vicente Huidobro; es decir, como el adelantado de un cambio fabuloso y productivo del clima poético español. De ahí el éxito inmediato y duradero, desde el espaldarazo de Azorín, las alabanzas de Bergamín y las reticencias de Juan Ramón Jiménez, hasta la difusión, en ediciones argentinas y españolas, de lujo y populares, ilustradas y escuetas, en obras completas, en antologías, en audio, en traducciones a tantos idiomas y los homenajes plásticos de grandes artistas, lectores y amigos, o las versiones liricográficas del propio Alberti.