Dámaso Alonso
(Madrid, 1898 - Madrid, 1990)

Dámaso AlonsoLa obra y la persona de Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas encarnan, como ninguna otra, lo que su colega José Fernández Montesinos llamaba «el arte de no renunciar a nada». Le gustó probarlo todo… Fue un poeta capital en la «generación del 27» (una denominación que contribuyó a afianzar, sin mencionarla, un precioso artículo suyo de 1948) y un renovador de los usos líricos nacionales en su dramático libro Hijos de la ira (1944), fruto directo de la guerra civil. Fue, desde muy pronto, hombre del Centro de Estudios Históricos, y escribió libros filológicos fundamentales como aportación científica, pero que, a la par, lograron influir en la creación literaria de sus contemporáneos o pudieron ser leídos como gratos ensayos por un público no especializado. Prueba de ambas cosas fueron sus estudios sobre Góngora (entre 1927, cuando dio a conocer su edición de las Soledades, y 1935, al publicar La lengua poética de Góngora), que situaron al poeta cordobés en la ejecutoria vital de la nueva promoción poética; y en el segundo orden apuntado, lo fue la repercusión de su libro Poesía española. Ensayo de límites y métodos estilísticos (1950), que nació de un curso público dictado por invitación de Ortega y Gasset en el Instituto de Humanidades y que, además de ser la referencia fundadora de la estilística española, marcó un modo general de comprensión y lectura de los versos de Garcilaso, Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Quevedo, Lope y Góngora.
Alonso estuvo presente en todo y lo abarcó casi todo, siempre a través de su prosa efusiva, nada retórica en apariencia, de tono apasionado y lírico, pero no exenta de ligereza y fino sentido del humor. A su inspiración se debió buena parte de la etapa inicial de la colección Biblioteca Románica Hispánica, de la editorial Gredos, que fue decisiva en el rumbo de la filología académica, y mucho de la adopción del comentario de texto como práctica escolar en la reforma del bachillerato de 1957. Como académico de la Real Academia Española desde 1945 y director de dicha institución, le dio un aire indudablemente más moderno y eficaz. Sus publicaciones de investigador abarcaron temas de historia de la lengua, certeras intuiciones sobre cuestiones de literatura medieval e impecables ediciones y estudios de la lírica de la Edad Moderna (su campo de trabajo más fecundo y continuado), pero también dio a conocer clarificadores trabajos sobre los poetas del siglo xx (recogidos en otro libro básico, Poetas españoles contemporáneos, de 1952). Tras la figura señera de Ramón Menéndez Pidal, Dámaso Alonso constituyó la otra referencia magistral de la filología española moderna.

José-Carlos Mainer
Fuente: catálogo El laboratorio de España. La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (1907-1939)