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Academia Hispano-Mexicana
 La
Academia fue creada inicialmente como un centro de bachillerato
con el firme objetivo de preparar eficazmente a sus alumnos para
la Universidad. Pero en 1944, una vez consolidada, amplió
su oferta educativa a la enseñanza primaria. Aunque recibió
ayudas de los organismos de los exiliados, sus directivos, fieles
a la declaración de principios que proclamaba su propio nombre,
buscaron desde el principio afianzar los mecanismos de integración
en la sociedad mexicana. El centro nunca contó con muchos
alumnos y durante un tiempo fue considerado por algunos republicanos
como el de mayor prestigio social dentro del universo de los colegios
del exilio. Ha sido el único que ha ampliado con éxito
su actividad educativa a los estudios universitarios, y a diferencia
de los restantes, que fueron mudándose a nuevos locales en
la zona sur de la capital mexicana, la Academia se trasladó
al norte del Distrito Federal.
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