Un grupo de jóvenes arquitectos madrileños abre un local en la Carrera de San Jerónimo que sirve como punto de venta y de consulta sobre cualquier elemento relacionado con la construcción, desde griferías, por ejemplo, hasta mobiliario. Este local, futura sede de la Asociación de Amigos de las Artes Nuevas (ADLAN), en Madrid, se llama Centro de Exposición e Información Permanente de la Construcción y en sus salas Moreno Villa ofrecerá su última exposición individual antes de la guerra civil. Esta exposición, que se celebra en los meses de diciembre de 1934 y enero de 1935, compuesta por cuarenta y siete dibujos y tres óleos, está dividida en varias secciones, una de ellas formada por los retratos a pluma de los arquitectos más reconocidos del momento: López Otero, Zuazo, Blanco Soler, Sánchez Arcas, Bergamín, García Morales, Moya y Martín Domínguez.