Se publica Jacinta la pelirroja como 11.º suplemento de la revista Litoralde Málaga, libro que no tiene antecedentes en la literatura española del momento, obra poética, acompañada de dibujos, que sigue siendo considerada como su más acertada creación. Después de varios años sin publicar ningún libro de poesía y centrado más en la pintura o en la crítica y en la difusión del arte moderno, Moreno Villa sorprende con Jacinta la pelirroja reclamando también su lugar dentro de la poesía española contemporánea.
Pero sigue con su actividad creativa centrada en el mundo plástico. Participa en la Exposición regional de arte moderno celebrada en la Casa de los Tiros de Granada, y recibe el premio de pintura, concedido por la Diputación de Málaga, junto al pintor, también malagueño y amigo, Joaquín Peinado. Los cuadros que muestra en la exposición reflejan el recorrido que está teniendo su pintura. Junto a bodegones de clara pertenencia a las coordenadas estéticas de los pintores españoles afincados en París –un ejemplo sería su Bodegón de las uvas, cuadro por el que recibe el premio–, muestra otros, como Cisnes, donde comienzan a advertirse las transparencias y superposiciones con las que le gusta experimentar en esos momentos.
La Gaceta Literaria de Madrid inaugura su salón de exposiciones y se le pide a Moreno Villa que oficie como maestro de ceremonias en el acto de apertura, donde lee unas palabras, a las que titula «En vez de vinagre, yodo».