Claudio Sánchez-Albornoz
(Madrid, 1893 - Ávila, 1984)

Claudio Sánchez-Albornoz Tras realizar sus estudios universitarios en Filosofía y Letras en Madrid y ocupar las cátedras de Historia de España de Barcelona, Valencia, Valladolid y Madrid, sucedió a Hinojosa en la cátedra de Historia Antigua y Media de la Universidad Central, y en 1926 ingresó en la Academia de la Historia. En política, militó en la Acción Republicana de Manuel Azaña, fue diputado en Cortes en 1931, ministro de Estado en 1933 y embajador en Portugal en 1936. Tras la guerra civil se exilió en Argentina, donde continuó su trabajo como historiador —que dio como fruto el Instituto de Historia de España— así como sus actividades políticas, que le llevaron a ser presidente del exiliado Gobierno de la República desde 1959 a 1971. En 1976 regresó a España.
Como medievalista, sus principales investigaciones versaron sobre las instituciones asturianas, leonesas y castellanas de los siglos viii al xiii. Tuvo gran repercusión pública su polémica con Américo Castro sobre el «ser de España», originada en parte por los debates regeneracionistas inmediatos al «desastre» del 98, pero reavivada tras la guerra civil de 1936-1939 y mantenida hasta finales de los cincuenta. A partir de las reflexiones sobre la «decadencia» española en los tiempos modernos, cuyas causas algunos ensayistas remontaban hasta las guerras sertorianas, la herencia visigoda o la actuación inquisitorial, Albornoz defendió (frente a Ortega) la herencia cultural visigoda, pero sin cuestionar la existencia de un «homo hispanus» desde la noche de los tiempos. El temperamento español era, para él, anterior incluso a la invasión romana (que suavizó el apasionamiento hispano y potenció la razón sobre los instintos). Tras la invasión musulmana, el modo de ser español se mantuvo en la mitad septentrional de la Península, donde apenas hubo intercambio cultural entre musulmanes y cristianos ni influencia judía. Su interpretación de la esencia de «España» (que, pese a los rasgos cainitas, valoraba en términos positivos) se identificaba con Castilla y, más tarde, con el imperio.

José Álvarez Junco
Fuente: catálogo El laboratorio de España. La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (1907-1939)