Fina García Marruz y Cintio Vitier
La obra poética de los cubanos Fina
García Marruz (1923) y su esposo Cintio Vitier (1921) se fraguó bajo la
influencia de Juan Ramón Jiménez, que vivió en la isla entre 1936 y 1939,
cuando ambos eran adolescentes, y en la redacción de la revista Orígenes.
Ambos son Premio Nacional de Literatura y Premio de la Crítica de su país.
Fueron los protagonistas del programa Poeta en Residencia la pasada primavera.
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RADIANTE, OTRO
Quisiera hoy
ponerme un traje elegante
como el hermoso día
tener un gesto regio
mayor aún que el dar
o el recibir
hacer al fin
algo parecido a esta luz
que habrá
(tan bellamente)
de ignorarlo.
AL DESPERTAR
Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.
Fina García Marruz
pienso en la santidad de los lugares
Pienso en la santidad de los lugares
que nos han recibido y que dejamos
quién sabe a qué parejas o a cuáles solitarios
tan distantes de nosotros como astros
y que sin saberlo continuarán los gestos
que entre las cosas quedaron inconclusos
, y pienso en las costumbres de las cosas, criaturas
de este mundo pequeño, interminable,
que no acabamos nunca de palpar, a tientas
bajo el sol deslumbrante o la callada luna,
desconocidas lámparas de lo desconocido
con nuestras huellas dactilares: jarras,
libros, esquinas, nubarrones, árboles,
el mar, el sillón, el espejo, la noche,
todo lo que llamamos la vida sin saber
qué significa siquiera la palabra
que no es una palabra sino música
oída sólo en sueños, o un instante
de ese llamado amor que nos sorprende
y cae, roto en risa entre las piedras.
Cintio Vitier |