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Fundación Residencia de Estudiantes

Poeta en Residencia
Cintio Vitier,
Fina García Marruz
Antonia Castaño

Cintio Vitier (Cayo Hueso, La Florida, 1921) y Fina García Marruz (La Habana, 1923) son los nuevos protagonistas de Poeta en Residencia, el programa de edición anual con el que la Residencia de Estudiantes invita a vivir a poetas iberoamericanos durante una prolongada estancia, con el objetivo de favorecer su actividad creativa, difundir su obra en nuestro ámbito y acercar su trayectoria a los jóvenes creadores españoles. Poeta en Residencia ha contado ya con la presencia de otros dos grandes poetas hispanoamericanos, Gonzalo Rojas y Blanca Varela. Este proyecto de la Residencia se realiza con el patrocinio de la agencia española de cooperación internacional dentro de un acuerdo de colaboración en el que se desarrollan, así mismo, otras iniciativas y que ha dado como resultado también en estos días la edición del volumen Poesías completas de José Moreno Villa y de las actas de las primeras jornadas Los refugiados españoles y la cultura mexicana.

Quizá la primera referencia que haya que mencionar de estos dos poetas cubanos sea su pertenencia al grupo consolidado en torno a la revista Orígenes, fundada por José Lezama Lima en 1944 y que, en su amplia trayectoria hasta 1956, trasciende el marco de un órgano de comunicación centrado en la actividad poética para convertirse en un decisivo movimiento cultural. En Orígenes confluyen, por una parte, la preocupación por la búsqueda de la esencia de lo cubano, dominada por la idea de insularidad, en el marco de un compromiso con la historia alejado de todo folklorismo y de presupuestos políticos establecidos, y, por otra, la apertura al exterior regida por la más radical amplitud de intereses, que miran simultáneamente a lo que de universal y trascendental hay en la capacidad creativa como ámbito primordial del conocimiento. Este planteamiento, heredero de José Martí, convierte a Orígenes en una revista de resistencia cultural y a sus miembros en impulsores y defensores de una nueva identidad de lo cubano.

Junto a músicos y pintores, también acogidos por la revista, el grupo de «Orígenes» está constituido de forma vertebral por los poetas que Cintio Vitier recoge en la antología Diez poetas cubanos (1948): José Lezama Lima, Ángel Gaztelu, Gastón Baquero, Justo Rodríguez Santos, Virgilio Piñera, Eliseo Diego, Octavio Smith y Lorenzo García Vega, junto a Cintio Vitier y Fina García Marruz, cuyo vínculo con Lezama ya había tenido su origen en otra revista, Espuela de Plata (1939-1941), antecedente del grupo, y que fue fundada por Lezama con una conciencia más generacional después de Verbum.

La antología mencionada anteriormente está inscrita en la actividad que como compilador, crítico y traductor ha cultivado Cintio Vitier, junto a la poesía, en su extensa producción, y a la que pertenecen otros títulos como Cincuenta años de poesía cubana (1952), Lo cubano en la poesía (1958), la edición crítica de Paradiso, de Lezama (1988), o la traducción de Iluminaciones, de Rimbaud, y de Un golpe de dados jamás abolirá el azar, de Mallarmé. Parte de esta labor crítica es fruto de la colaboración con su mujer, Fina García Marruz, reflejada en obras como Estudios críticos (1964) o Temas martianos (1969). Además, ambos trabajaron como investigadores literarios en la Biblioteca Nacional José Martí y pertenecieron al Centro de Estudios Martianos, donde Vitier dirigió la edición crítica de las Obras completas de Martí, empresa en la que también García Marruz intervino. Sendas trayectorias han recibido el reconocimiento público en diversas ocasiones. García Marruz obtuvo el Premio de la Crítica por Hablar de la poesía (1986), estudio sobre sor Juana Inés de la Cruz; fue nominada para el Premio Cervantes en 1989, y, en 1990, recibió el Premio Nacional de Literatura, con el que, dos años antes, fue galardonado Vitier.

Junto a José Martí y Lezama, en otra figura también central en la literatura hispánica confluye el interés de ambos poetas desde el inicio de su trayectoria: Juan Ramón Jiménez. Su estancia en Cuba desde finales de 1936 hasta 1939, en principio invitado a dar una conferencia titulada «El trabajo gustoso», supuso el encuentro de Vitier con el poeta español, autor del texto que figura como presentación en su primer libro publicado, Poemas (1938). Tanto Vitier como García Marruz reconocen el magisterio de Juan Ramón, que visitó su país, como otros primeros poetas de la escena española –Manuel Altolaguirre, José Gaos o María Zambrano– desde la circunstancia del exilio.

En la obra de ambos poetas está presente, así mismo, la tradición mística española. La poesía de Fina García Marruz, que reconoce en San Juan de la Cruz al poeta fundamental de la lengua española, se inclina hacia la intimidad de un diálogo en el que el ámbito de lo familiar se proyecta en la profundidad del sentido. Entre sus títulos publicados figuran Poemas (1942), Transfiguración de Jesús en el Monte (1947), Las miradas perdidas (1951), Visitaciones (1970), Poesías escogidas (1984), Créditos de Charlot (1990) o Habana del centro (1997). Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas y han aparecido en antologías como Once grandes poetisas americohispanas (Madrid, 1967), realizada por Carmen Conde, o Breaking the silence (Vancouver, Canadá, 1982), a cargo de Margaret Randall.

Cintio Vitier es autor de una poesía en la que la intelectualización con base en los interrogantes del ser y el existir, y la preocupación por la palabra se conjugan en equilibrio con la expresividad poética que surge de la concepción de la poesía como participación. De su extensa producción poética –que ha sido objeto este año de una extensa antología y a la que se une también la publicación de una novela, De Peña Pobre (1976)– destacan los títulos Vísperas (1953), La luz del imposible (1957), Testimonios (1968), La fecha al pie (1981), Hojas perdidizas (1988), Poemas de mayo y junio (1990), Nupcias (1993), Dama pobreza (1994) o Luz ya sueño (1997). Reconoce en su obra la adscripción a tres magisterios, los de Juan Ramón Jiménez, César Vallejo y José Lezama Lima.

Como ya hicieran Gonzalo Rojas, con quien se inauguró el programa Poeta en Residencia, y posteriormente Blanca Varela, en el marco de convivencia e intercambio entre diversas disciplinas y generaciones que ofrece la Residencia de Estudiantes, Cintio Vitier y Fina García Marruz desarrollaron durante su estancia un programa de actividades diseñado por ellos mismos y al que la Residencia prestó el apoyo y la infraestructura necesarios. Además de sendas lecturas comentadas de una selección de sus poemas, celebradas los días 1 y 17 de junio, dirigieron un seminario en torno a la experiencia de Orígenes el 26 y 27 de mayo, el 4 de junio impartieron una conferencia centrada en la figura de Juan Ramón Jiménez y el día 8 del mismo mes se celebró otra sesión en la que, acompañados por Jorge de Persia, hablaron sobre la aportación al grupo «Orígenes» del músico Julián Orbón, ilustrando la sesión con grabaciones suyas. Junto al interés en sí mismo de la trayectoria literaria de los nuevos Poetas en Residencia, y el contexto político y sociocultural en el que se desarrolla, su doble perfil como creadores e investigadores del hecho poético y su vinculación tanto intelectual como vital con los creadores que han sido objeto de su trabajo en estas sesiones han otorgado a esta ocasión una singular riqueza y la especial idoneidad de su participación en este programa de la Residencia de Estudiantes.