La reivindicación de una memoria, de una historia, de un legado cultural y moral, precisa, en primer lugar, del rescate y la preservación de sus testimonios documentales. Los documentos no son sólo la fuente imprescindible para el historiador o el estudioso, sino también la referencia material, tangible, de una época. Por eso, cuando se inició hace ya más de diez años la recuperación de la Residencia de Estudiantes, cuya memoria documental más inmediata, su biblioteca y su archivo históricos, había sido destruida o dispersada, una de las lineas de trabajo prioritarias fue la puesta en mar-cha de un Programa de Rescate de Archivos y Bibliotecas, dirigido por Jaime Salinas. Su objetivo era reunir legados de instituciones y personas relacionados con la Residencia y su entorno histórico en un Centro de Documentación, entonces en proyecto y hoy plenamente realizado.

Desde entonces, sus fondos se han ido acrecentando con colecciones documentales de extraordinario valor, como el Archivo de la Junta para Ampliación de Estudios, la Biblioteca del Museo Pedagógico o los legados de Luis Cernuda, José Moreno Villa o Emilio Prados, entre muchos otros, a cuyo estudio se han dedicado diversos proyectos de investigación, que han servido, a su vez, para la localización y obtención de nuevos fondos.

El trabajo realizado en estos años ha puesto de manifiesto la necesidad no sólo de localizar y salvaguardar fondos documentales dispersos y de difícil acceso, sino también de establecer relaciones de colaboración con otros centros con intereses similares. Así, se han ido estableciendo acuerdos con instituciones académicas norteamericanas para la obtención de copias en microficha o microfilm de archivos de creadores e intelectuales españoles como Amado Alonso, Jorge Guillén o Pedro Salinas, y actualmente se trabaja con instituciones hermanas en América, como El Colegio de México y la Institución Cultural Española de Buenos Aires, con las que se han firmado convenios para la catalogación y el copiado de sus archivos históricos, que podrán ser así puestos a disposición de los investigadores en el Centro de Documentación de la Residencia. La misma idea se aplica en los acuerdos alcanzados con entidades culturales españolas, como la Fundación Francisco Giner de los Ríos, la Fundación Max Aub y otras con las que se mantienen conversaciones en el mismo sentido. Hay que recordar además la colaboración permanente con la Fundación Federico García Lorca, que tiene su sede en la Residencia, donde pueden consultarse sus fondos de archivo y biblioteca, que forman la más rica colección documental del poeta.

La experiencia y los resultados obtenidos permiten plantear la ampliación de este tipo de acuerdos y acciones coordinadas a un programa general de actuación sobre los fondos documentales de la Edad de Plata. Se trata de crear una Red de Centros que permita articular los esfuerzos de localización, conserva-ción, catalogación e investigación de fondos documentales que realizan muchas instituciones, entre las que se incluyen fundaciones, museos, centros de investigación, bibliotecas y otros centros distribuidos por toda España e incluso en otros países de Europa y América. Esa constelación de recursos para la investigación y la difusión de nuestra historia cultural, que en muchos casos son insuficientemente conocidos, podrá ser presentada de forma conjunta a través de publicaciones convencionales o electrónicas en las que se reúna la información básica en forma de una Guía de Centros y Fondos Documentales de la Edad de Plata. Una segunda estrategia de actuación, más ambiciosa, preparará las bases técnicas y metodológicas para la elaboración de un Catálogo Colectivo que permita la búsqueda y recuperación de información sobre el conjunto de los fondos documentales de una forma sencilla y efectiva. La puesta en marcha de ese Catálogo Colectivo será también un eficaz estímulo para abordar acciones concretas sobre fondos que aún no han sido adecuadamente organizados y para recuperar legados que permanezcan inaccesibles para el investigador o cuya conservación esté amenazada.

Tanto por su significado histórico como por la experiencia adquirida con su Centro de Documentación, la Residencia se encuentra en una situación estratégica para abordar este proyecto de creación de una Red de Centros y un Catálogo Colectivo de la Edad de Plata.