En la alta mar de mi cuerpo
ojos veleros recortan
contra la luz de mi frente
lentas miradas en fuga.
Medio sol del horizonte
pensamientos y oros alza
despeinados y brillantes:
alba quieta de mi frente.
Y otro medio sol hundido
ahogando luces, empuja
los dardos de su aureola
hiriendo el mar de mi carne.
Alba quieta. Luces altas.
(1928)
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