Aunque
se conservan fragmentos de guiones suyos que parecen remontarse
a 1944, Altolaguirre no empezó a trabajar en el cine hasta
1946, cuando fue contratado como guionista por la Panamerican Film.
Colaboró en una adaptación de La casa de la Troya,
que se estrenó en 1947. También escribió el
guión de un homenaje a Cervantes con motivo del centenario
de su nacimiento: El rufián dichoso. La experiencia
con la Panamerican duró poco, ya que, al año, la productora
quebró. Acompañado a veces por Concha Méndez
y por su hija Paloma, Altolaguirre se dedicó entonces a recorrer
la provincia mexicana con un cine ambulante.
Tras su reconciliación con Gómez Mena, Altolaguirre
pudo volver a trabajar en el cine y no sólo como guionista.
A principios de 1950 los dos fundaron la compañía
cinematográfica Producciones Isla, cuyos primeros títulos
incluyeron Yo quiero ser tonta (1950), Doña
Clarines (1951), El puerto de los siete vicios (1952),
Subida al cielo (1952), Prisionera del recuerdo
(1952), Misericordia (1953) y Legítima defensa
(1957). En varias de estas películas colaboraron como director
Eduardo Ugarte y como guionista Egon Eis.
Subida al cielo fue la película de Producciones
Isla que obtuvo más éxito. Dirigida por Luis Buñuel,
el guión original fue obra del propio Altolaguirre. El escritor
Juan de la Cabada adaptó los diálogos al contexto
mexicano. La película concursó en el Festival de Cannes
en el verano de 1952 y fue galardonada en París con el Premio
de la Crítica. En México, Altolaguirre recibió
el Ariel al mejor guión.
Los dos años que Altolaguirre y Gómez Mena pasaron
en Cuba (1953-1955) dieron como resultado cinematográfico
Los inmigrantes, Golpe de suerte y Cuando
baila Trinidad (Leyenda musical de Cuba), tres películas
cuyas cintas, por desgracia, no se conservan. Ya de regreso en México,
el último gran proyecto cinematográfico de Altolaguirre
fue su adaptación del comentario de fray Luis de León
sobre El cantar de los cantares. La obra (de la que fue
a la vez guionista y director) reflejaba la honda preocupación
religiosa en que su vida ya para entonces se movía.
En julio de 1959 una primera versión de la cinta fue presentada,
fuera de concurso pero con éxito, en el Festival de Cine
de San Sebastián. El 23 de julio, de camino a Madrid, el
coche en el que viajaban Altolaguirre y Gómez Mena volcó
en las afueras de Cubo de Bureba, un pueblo cerca de Burgos. Gómez
Mena murió casi en el acto; Altolaguirre, internado en un
hospital, falleció tres días después. Los restos
de ambos fueron sepultados en la Sacramental de San Justo, en Madrid.
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